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Cuidar este detalle en tu coche te ayudará a que puedas ver claramente en la tormenta

No esperes hasta ver rayas en tu vidrio

POR: Pablo Monroy el Sáb, 22 de Julio de 2017, 12:25 pm

Además de dar mantenimiento al hule de las escobillas, es importante verificar que las partes que conforman el sistema no estén dañadas o muy desgastadas. Foto: Tomada de YouTube
Pablo Monroy

Pablo Monroy |

Licenciado en Periodismo por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, fotógrafo automotríz y entusiasta de las cuatro ruedas. / IG: @elpablomonroy

Seguramente le ha pasado que cuando empieza a llover y activa los limpiaparabrisas del coche, en lugar de eliminar eficazmente el exceso de agua del parabrisas, produce un ruido molesto por la fricción y embarra el líquido aún más, provocando que la visibilidad a través del vidrio se complique e incremente el riesgo de sufrir una colisión.

 

Esto sucede porque, con el paso del tiempo, la acumulación de suciedad y la intemperie, el caucho se endurece, se parte, y pierde la forma curva del parabrisas, creando una holgura que deja marcas de agua sobre la superficie.

 

El pronóstico es que las lluvias continuarán, por eso es importante revisar el estado de las escobillas, darles mantenimiento y, si es necesario, reemplazarlas por unas nuevas que, dependiendo del tamaño y marca pueden costar entre 250 y 350 pesos en Autozone.

 

 

Qué hacer

 

Lo primero es observar con detenimiento que las partes que conforman todo el limpiaparabrisas no estén rotas: el brazo, articulación, el soporte de la escobilla y el caucho de la misma.

 

 

Si todo está en orden rocíe un poco de agua sobre el vidrio, ya sea directamente con un recipiente o a través de los chisgueteros y ponga en funcionamiento los limpiaparabrisas; con esto nos daremos cuenta si la limpieza es óptima.

 

Si no lo es, lo siguiente es lavar con agua y jabón el caucho de las escobillas para eliminar el polvo acumulado e insectos incrustados.

 

Antes de secarlos, humedezca un paño limpio en un recipiente con agua caliente y páselo despacio por el hule ejerciendo poca presión, varias veces; el calor del agua, además de retirar cualquier resto de suciedad que haya quedado tras el lavado, le devolverá elasticidad al material.

 

A continuación, verifique que las articulaciones que ensamblan los brazos con las escobillas se muevan libremente. Para ello es necesario lavar el mecanismo y colocar unas cuantas gotas de lubricante; puede ser aceite tres en uno o algún producto similar.

 

Al terminar limpie el exceso con un paño para evitar que el lubricante caiga en el parabrisas. Procure utilizar líquido limpiaparabrisas en el depósito pues, además de combinar agentes que desprenden fácilmente la suciedad, contiene químicos que mantienen humectado el caucho de las escobillas y disminuyen la fricción entre ellas y el vidrio.

 

 

Finalmente evite a toda costa poner en funcionamiento los limpiaparabrisas si el vidrio no está húmedo pues si lo hace, no sólo dañará las escobillas, sino que también podría rayar la superficie del parabrisas, especialmente si existe arena depositada.

 

Para prolongar la vida útil de las escobillas la recomendación es darles mantenimiento cada seis meses y reemplazarlas por unas nuevas una vez al año. 

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