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El BMW al que no le suena nada

POR: Martha Elena Blanco el Mar, 21 de Octubre de 2014, 05:38 pm

Con una innovadora forma de fabricar autos de fibra de carbono en masa, el BMW i3 llegó a nuestro país a enseñarnos de manera ejemplar su concepto de movilidad sustentable. Foto: BMW +9 VER GALERÍA
Martha Elena Blanco

Martha Elena Blanco | Colaborador

LN. Amante de la velocidad desde la andadera, acelera tus pulsaciones junto a mí en la carretera infinita de la vida, eres mi copiloto yo soy tu driver lleguemos hasta donde no exista tacómetro que marque los límites. Incendiemos el asfalto.  

En el camino, el i3 llama la atención por su aspecto futurista, ajeno a la mayoría de los vehículos que podemos ver en la calle. Durante nuestra prueba, la gente volteaba para buscar el emblema que luce en la parrilla y la parte trasera para asegurarse de conocer la marca que concibió este vehículo, que parece sacado de una película de ciencia ficción. Sus luces posteriores, incrustadas dentro de la estructura de la quinta puerta atrajeron la mirada de un joven que, curioso, se acercó a este hatchback, lo recorrió por un lado y al llegar a la puerta del conductor preguntó: “¿es el eléctrico verdad? No suena nada”.

 

Podríamos pensar que su construcción fue sólo para cumplir con las normas ambientales. Pero, a simple vista, su diseño impresiona y basta con abrir la puerta y ver en las orillas la fibra de carbono, sentir los materiales, diferentes a cualquiera de otro auto, para saber que su concepción va más allá.

 

Para hacerlo ligero, pero resistente, la firma alemana eligió la fibra de carbono para su estructura total: una cápsula que protege a los pasajeros en caso de un incidente, llamado módulo Life, similar a la que se utiliza en Fórmula 1.

Llevarlo a cabo no fue sencillo toda vez que antes las partes que se hacían con este componente se le impregnaba una resina y se moldeaban a altas temperaturas durante casi diez horas, era casi una obra artesanal y muy costosa. Sin embargo, la firma, con sede en Múnich, encontró una forma más fácil para crear la primera producción masiva de vehículos fabricados con fibra de carbono.

 

Gracias a su colaboración con SGL Group, empresa especialista en fabricar productos de carbono, ambas firmas producen las fibras sintéticas en su planta de Moses Lake, Estados Unidos, mismas que se envían a la fábrica de Wackersdorf, Alemania, donde se tejen las láminas para que después, en Leipzig, se creen las piezas rígidas y resistentes, a través de herramientas que generan calor y presión.

 

En el ensamble del i3 no existen puntos de fusión ni tornillos, todas las piezas se unen con un pegamento especial. Esta línea de producción cambió los chispazos y el calor por inyectores que colocan el adhesivo en las orillas de las piezas, previamente limpiadas con alcohol, para luego juntarlas a presión, en menos de diez minutos que es lo que tarda en secar por completo el pegamento, para sellarlos con luz ultravioleta.

 

Siguiendo la filosofía ecológica, los materiales del i3 son 95% reciclables. El tablero está fabricado con kenaf, una planta similar al bambú que al cortar la madera de su corteza su ciclo de crecimiento y vida no se ve afectado, aunque también puede ser de eucalipto.

Las vestiduras están fabricadas con productos secundarios, por ejemplo, la piel es el desecho de una fábrica de carnes que está cerca de la planta de BMW en Leipzig y su tratamiento es a base de aceite de olivo. La base del chasis es de latas de aluminio reciclado, mientras que la carrocería es de plástico termoformado también reciclado.

 

Una vez que el habitáculo está completo, se adhiere al chasis, compuesto por el motor en la parte frontal, 93 celdas que retienen la carga eléctrica (que pueden ser reemplazables individualmente) y la batería de ion-litio que tiene una autonomía de 130 km aproximadamente.

 

Igual que las demás partes, estos dos elementos se unen a través del pegamento especial.

 

Silencio en el caos urbano

 

Subirse a un i3 es sinónimo de llamar la atención, claro si te escuchan. Andar en la calle puede ser todo un reto cuando hay que enfrentarse a motociclistas empedernidos como los repartidores o a la gente que se guía más por el ruido de un motor para saber que se acerca un vehículo detrás de ellos.

 

En el modo Confort, este hatchback se comporta como un caballero con su damisela en una cita romántica: es preciso, cómodo, la suspensión absorbe las irregularidades del piso y, lo mejor de todo, la calma que nos produjo el interior silencioso, que nos permitió escuchar nuestros pensamientos.

 

Sólo el jalón que se sentía al momento de dejar de acelerar (cuando entra la turbina regenadora de energía) podía sacarnos de concentración. Nos hizo recordar al laboratorio de pruebas de donde surgió toda esta tecnología, el MINI-E, ambos requieren de una adaptación de manejo y una mayor sensibilidad al momento de acelerar y desacelerar para evitar esta sensación.

Está claro que este auto no es para librar una batalla de velocidad por las calles de Reforma, ya que mientras más pisemos el acelerador más rápido nos acabaremos la energía de la batería. Claro que, cuando se trató de superar a un Ibiza que nos desafió con un acelerón, hicimos que mordiera el polvo al pisar el acelerador a fondo y exprimir de inmediato las 184 libras-pie de torque. Claro que eso nos costó unos diez kilómetros de autonomía.

 

Las llantas de 19 pulgadas, desarrolladas en exclusiva por Bridgestone, son angostas permitiendo un radio de giro mucho menor y ayudando en las maniobras difíciles como una vuelta en U.

 

La oferta de este auto, se complementa con una serie de beneficios como una tarjeta EcoBici, otra de Carrot y una de Hertz, que se puede utilizar para cambiar el i3 por un Serie 3 de gasolina cuando se necesite viajar fuera de la ciudad. Con esta filosofía, BMW busca enseñar  a esta ciudad que ser verde es más que sólo tener un auto cero emisiones, es todo un concepto.

 

BMW i3 MOVILITY A DETALLE

 

Motor: Eléctrico

Autonomía: 160 Kilómetros

Potencia: 170 hp

Torque: 184 lb-pie disponible al 100% desde 0 km/hr

0-100 km/h: 7.2 segs.

Frenos: De disco con ABS

Tiempo de carga: De 3 a 6 horas con un cargador de 220 Volts

Bolsas de aire: Frontales, laterales y de cabeza

Otros sistemas: Control de crucero con freno automático en pendiente, modo de conducción ECO PRO+ que incrementa la autonomía hasta 200 km, radio AM/FM, con entrada USB y auxiliar, sistema de sonido de 12 altavoces Harman/Kardon, sistema de navegación con pantalla de 10 pulgadas, disco duro de 20 GB así como el paquete BMW ConnectedDrive

 

Precio: 749 mil 900 pesos

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