La fiesta que armó Mercedes-Benz en Paris

Estamos lejos de Stuttgart, pero ello no impide que Mercedes-Benz se sienta como en casa, menos cuando bajo la manga tiene dos de los deportivos más deseados del momento.

Bajo las luces de los reflectores miles de periodistas, fotógrafos y camarógrafos, se arremolinan alrededor del stand de la firma alemana, todos esperan a los príncipes de la mañana, dos de los autos de producción más esperados del año y que tienen tras de sí la obligación de superar los números y legado de sus predecesores.

Con la nueva generación de la Clase C presentada en enero en el Salón de Detroit, era momento de conocer al tope de la gama, pero no sin antes una sorpresa.

A partir de ahora todos los modelos desarrollados por AMG tomarán el nombre Mercedes AMG, recordándonos el nombre del equipo de la firma en Fórmula 1.

De esta forma el C más deportivo de la gama es nombrado Mercedes AMG C63, y ése no es el único cambio, los números 63 ya no representan la cilindrada del motor, ya que esta nueva generación monta un V8 4.0 litros biturbo que genera 476 o 510 caballos de fuerza, dependiendo de la versión.

Como se espera de un vehículo de esta categoría la suspensión es regulable, los amortiguadores electricos y otros elementos electrónicos que permiten tener un auto dócil en el día a día y una fiera indomable en la pista de carreras.

Pero la estrella de la presentación estaba por arribar.

Ataviado con un impresionante traje amarillo metálico pareció en escena el AMG GT, el nuevo súper deportivo de Mercedes-Benz, que viene a tomar el hueco que dejó el SLS, mejor conocido como Alas de Gaviota.

Al igual que el C 63, este coupé biplaza es impulsado por un motor V8 4.0 litros biturbo que genera 460 caballos de fuerza en la versión GT normal y 510 en el GT S, acoplado a una transmisión automática de siete velocidades. Con estos datos el cero a 100 se consigue en menos de cuatro segundos.

A pesar de ser el reemplazo inmediato del SLS, este vehículo se colocará aproximadamente 300 mil euros por debajo del precio del Alas de Gaviota,  buscando más ser un rival del Porsche 911.

Además, la firma alemana dejó abierta la posibilidad de tener un reemplazo directo para el SLS, y afirmó que elementos como las puertas con apertura hacia arriba y otras tecnologías exóticas están reservadas para deportivos de un precio superior.

Ya con las revoluciones a tope Mercedes-Benz lució el imperceptible facelift de la Clase B, que como mayor novedad tendrá una versión eléctrica en los concesionarios europeos a mediados del próximo año.

Los alemanes no escatimaron en show y llenaron de adrenalina el salón parisino.