La Alianza Renault Nissan y Daimler presumen ser el duo dinámico

PARÍS.— Si ver a Carlos Ghosn, CEO de la Alianza Renault Nissan, es todo un espectáculo juntarlo con el presidente del Consejo de Administración de Daimler, Dieter Zetche, convierte esto en un verdadero deleite, pues son dos de los dirigentes más poderosos e importantes de la industria automotriz.

Desde 2010 estas empre­sas tienen una alianza de cooperación de desarrollo, que dio como primer fruto las nuevas generaciones del Renault Twingo y el Smart Fortwo y Forfour, meses más tarde apareció el nuevo Q30, que está basado en la Merce­des-Benz Clase A.

El Q30 es un hatchback basando en la plataforma del Clase A de Mercedes-Benz. Foto: Infiniti

La relación tomó una nue­va dimensión cuando anun­ciaron la construcción de una planta automotriz en conjun­to, que estará ubicada en el complejo de manufactura de Nissan en Aguascalientes.

Así que para dar una visión general de cómo van sus tra­bajos conjuntos se reunieron en el marco del Autoshow de París.

La asociación entre Daimler y la Alianza ha cre­cido y madurado, ya que está basada en un espíritu de coo­peración y confianza que se ha fortalecido a lo largo de los años.”

“Los resultados que he­mos obtenido benefician claramente a ambos socios, ya que compartir costos de producción y desarrollo nos ha permitido ingresar a nue­vos segmentos y ofrecer a nuestros clientes vehículos más fascinantes con la últi­ma tecnología y característi­cas, a precios competitivos”, afirmó Carlos Ghosn.

Por ello, actualmente los desarrollos principales de esta unión se enfocan al desarrollo de eléctricos, vehículos autó­nomos y sistemas de conec­tividad, que son los tres ejes que marcarán la próxima dé­cada del automóvil.

“Durante los últimos siete años hemos establecido una alianza que se extiende desde las autopartes hasta las pla­taformas, desde el desarrollo hasta la producción conjunta, y desde los automóviles has­ta los vehículos comerciales.”

Todo ello lo hicimos con equipos diversos y enfocados a proyectos, los cuales com­parten sus competencias a lo largo de diversos continen­tes. Lo que los motiva son las mejores ideas, y éstas pue­den originarse ya sea en Pa­rís, Stuttgart o Yokohama. Por lo tanto, nuestra cooperación sigue siendo muy promete­dora”, agregó Dieter Zetche.

Pero esta cooperación ha crecido a pasos agigantados, originalmente sólo estaba enfocada en tres proyectos y en la actualidad se traba­ja en más de 16, además de otros que se llevan a cabo ya, como la producción conjunta de motores de cuatro cilin­dros 2.0 litros en la planta de Nissan en Decherd, Tennes­see, así como la de los propul­sores eléctricos de los recién presentados Smart Fortwo y Forfour EV, que son fabrica­dos en las instalaciones de Renault en Cléon, Francia.

Foto: Mercedes-Benz

La lista incluye el nue­vo motor de cuatro cilindros turbo del Infiniti Q60, de ori­gen Mercedes-Benz, y no se­ría raro ver en los próximos meses que autos de la firma alemana comiencen a montar el propulsor de compresión variable que Infiniti lanzó hace un par de semanas en el Autoshow de París.

Este motor permite que el recorrido del pistón en la cá­mara de combustión aumente o disminuya dependiendo del tipo de manejo, buscando re­ducir los consumos de com­bustible y exprimir lo mejor de sus prestaciones.

Pero quizá uno de los pro­yectos más controvertidos de esta alianza sea la pick up de Mercedes-Benz, que se lan­zará el próximo año y está basada en la plataforma de la Nissan NP300, por lo que Zetche aseguró que la puesta a punto, el confort, equipa­miento y lujo, estará total­mente a la altura de cualquier auto que monte la estrella de tres picos en la parrilla.

Foto: Mercedes-Benz

Dos gigantes automotri­ces se unieron para ahorrar costos y se han convertido en un ejemplo de cooperación y entendimiento, buscando ofrecer mejores automóviles.

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