Autos usados más caros que los nuevos

Imagina que estás en la playa y se te antoja una cerveza. Pides una y el vendedor te cobra por una lata lo mismo que costaría un paquete de seis, pero lo pagas feliz porque en ese momento no quieres salir de ahí y manejar hasta un supermercado para comprarla. Algo similar está pasando con los autos usados en Estados Unidos y México, algunos seminuevos se venden más caros que los nuevos.

No es un fenómeno nuevo, ha pasado con autos de edición especial. El Dodge Challenger Hellcat fue uno de ellos. En Estados Unidos, como en México, había más clientes que unidades así que el que tenía uno, ganó algo de dinero vendiéndolo más caro. Con la versión Demon pasó lo mismo, pero ésa ni siquiera llegó a México.

Éste que vivimos es uno de esos momentos en los que la ley de la oferta y demanda se muestra con claridad. La escasez de autopartes, que comenzó con los semiconductores y ahora llega incluso a los neumáticos, ha hecho que las fábricas de automóviles trabajen intermitentemente en todo el mundo, mientras el consumidor quiere autos a un ritmo mayor que el que las marcas son capaces de producir.

En un momento como éste, cuando sale algo que el mercado esperaba hace mucho comienzan las distorsiones. En México, el Suzuki Jimny es de esos fenómenos. Nadie ha comprado uno en una agencia después de verlo y manejarlo. Todos son vendidos por internet y los que logran comprarlo lo revenden con un precio por lo menos 100 mil pesos arriba del original.

La nueva Ford Bronco está encaminada para vivir algo similar. La expectativa es tan grande que los primeros pagarán por una casi lo que sea, con tal de ser de los primeros en ser vistos rodando con ella en la calle.

El detalle en este mundo de pandemia y escasez es que no son autos especiales que llegan a ser más caros que un auto nuevo los que están pasando por esta situación. Según la revista Forbes, esto está pasando en Estados Unidos con modelos exitosos, pero no necesariamente exóticos como Honda Odyssey, Kia Telluride, GMC Sierra, Toyota Tacoma, Rav 4 Hybrid y Tundra, Subaru WRX e incluso el Kia Rio. Eventualmente, esto va a pasar aquí, o al menos esto es lo que indican las circunstancias. Ya no es simple encontrar en las distribuidoras autos como un Chevrolet Onix o una Tracker. Lo mismo pasa con un Jetta, Tiguan y varios modelos más.

También en Estados Unidos los distribuidores se están orientando a hacerse de la mayor cantidad de coches seminuevos, de preferencia con un año o menos de uso, para reacondicionarlos y venderlos como dicta el mercado en este momento, más caro de lo que costaría uno nuevo.

En México ya hay agencias y lotes haciendo lo mismo y si eres uno de los que tiene un seminuevo ahora, puede ser fácil caer en la tentación de venderlo casi al precio en que lo compraste, el detalle va a ser qué comprar después.

El usado es más caro porque existe, lo puedes llevar hoy a tu casa, y para el nuevo probablemente tengas que esperar meses. Si lo que necesitas es el dinero y no un auto, éste es un buen momento para venderlo. Y como la crisis de abasto de autopartes se espera empiece a resolverse hasta 2023, lo más probable es que la espera por un nuevo sea más larga y el precio de los usados, más alto.