La razón del abrumador dominio de Citroën en el WTCC
POR: Luis Ramírez el Mar, 02 de Diciembre de 2014, 11:18 am
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Apasionado del deporte motor y de la fotografía. Reportero de atracción y comentarista de carreras. Los coches son increíbles pero solo cuando están en competencia.
Versátil, es así como la compañía Citroën podría definirse, al menos dentro del deporte motor. Sus ingenieros son capaces de crear automóviles con cualidades para dominar en el desierto del Sahara como el ZX que se impuso en cuatro ocasiones dentro del Rally Dakar, hasta una joya capaz de ser la mejor en los más complicados circuitos del orbe como el C-Elysée, modelo con el que consiguieron su primer título dentro del Campeonato Mundial de Autos Turismo (WTCC) este año.
Para los mexicanos amantes del automovilismo deportivo, el nombre de esta marca francesa es más recordado en los recientes tiempos por sus ocho cetros dentro del Campeonato Mundial de Rallies logrados con francés Sébastien Loeb.
Con un dominio abrumador, surge la duda. ¿Por qué dejar las tierras donde se domina? La respuesta es simple: investigación para trasladarla a sus coches de producción, algo que ya no podían hacer sólo con lo recolectado en el WRC y que se había vuelto un queja dentro de la mesa directiva de la marca, que pedía que el programa de deporte motor no sólo sirviera para posicionarlos, sino también para aportar en el desempeño de los autos que el público adquiere en cualquier concesionaria.
“En los rallies, la aerodinámica no es tan esencial y tiene una importancia relativamente marginal. En un coche de pista, eso puede hacer toda la diferencia, cuando se trata de mejorar el rendimiento”, expresó Citroën al inicio de la temporada cuando se le cuestionó su decisión de trasladarse de especialidad dentro del mundo del deporte motor.
Durante su estancia en el WRC, la marca gala encontró diversos secretos, mismos que trasladó al WTCC, debido a las similitudes en sus reglamentaciones.
El primero fue la tecnología de un poderoso motor. Su planta de poder L4 1.6 litros turbocargada de 300 caballos de fuerza dominó a placer en 2011 y 2012 dentro de los rallies y había demostrado resistir cualquier tipo de inclemencia; desde las bajas temperaturas de Suecia hasta los extremos calores en México y Australia, por ello, únicamente lo adaptaron a las normativas del mundial de turismos.
Para esta campaña, el reglamento técnico del WTCC amplió la medida de admisión de aire del turbocargador pasando de 33 a 36 milímetros, lo que incrementó la potencia del motor en un 20 por ciento respecto al pasado, es decir, hasta 380 caballos de fuerza.
Junto a ello, el chasis del C-Elysée fue construido en la misma base que el DS3 WRC, con alteraciones en la estructura para adaptarse a los neumáticos de 18 pulgadas, nueva medida para 2014 que dejaba de lado las 17 pulgadas del año anterior; así como adaptación al sistema de suspensión, puntos diferentes en comparación con el rallismo.
La carrocería resultó un trabajo nuevo para el departamento de Motorsport de esta marca. El uso del túnel de viento, combinado con la aplicación de programas computacionales de flujo de aire (CFD), dieron como resultado una carrocería ideal para afrontar desde los veloces circuitos de Spa-Francorchamps hasta el callejero de Macao, fecha final a la que llegarán con los títulos de pilotos y constructores asegurados.
Al frente presume una reestructuración respecto al C-Elysée de calle, con una forma más agresiva en sus casi dos metros de ancho. Además, su estructura se encuentra casi al ras del suelo para reducir la resistencia al aire, un punto en el cual han sido superiores respecto al Honda Civic y los Chevrolet Cruze, sus rivales en la serie.
Pero eso no es todo en lo que son superiores. El presupuesto se vuelve vital en el desarrollo de un coche. Si bien Honda tiene un equipo oficial, al igual que la marca rusa Lada, no cuentan con el mismo dinero que tiene la francesa. En resumen, el mismo fenómeno que genera superioridad en Fórmula 1 se repite en esta categoría. Junto a ello tuvieron una terna de pilotos que desde el papel parecían invencibles.
Al inicio del año el más débil parecía el argentino José María López, a la postre campeón 2014, y quien estuvo acompañado del múltiple monarca del WTCC Yvan Muller y Sébastien Loeb, quien dejó los rallies para probar suerte en las pistas.
Citroën, al igual que otras compañías automotrices, considera que fuera de la Fórmula 1 existe un amplio campo en el deporte motor para conseguir lo que tanto desean las marcas automotrices: desarrollo de tecnología, sin poner en jaque a la compañía.
Si nadie llega en poco tiempo al WTCC para rivalizar con los galos, Citroën será el líder indiscutible, tal como lo hizo en el Campeonato Mundial de Rallies hasta que en 2013 arribó Volkswagen con Sébastien Ogier para acabar con el dominio que la firma francesa mantuvo casi una década.
CITROËN C-ELYSÉE A DETALLE
Motor: L4 1.6L turbo
Potencia hp: 380
Tracción: Trasera
Torque: 295 lb-pie
Materiales: Tubular y fibra de carbono
Transmisión: Manual de seis velocidades.
Frenos: De disco
Tanque de combustible: 50 litros
Longitud/ancho: 4.5/1.9 metros.
Frenos: De disco.
Peso: 1,100 kilogramos mínimo con piloto
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