Autos autónomos, la nueva tendencia

Primero fueron los automóviles eléctricos. Hoy los vehículos autónomos son los que encabezan la tendencia de la industria automotriz en el futuro.

Los primeros de este tipo ya se están desarrollando en Michigan y Nevada, en estados Unidos, donde algunas firmas ya han calculado el impacto que estos vehículos driverless o que se conducen solo, traerían a la economía y la sociedad.

De acuerdo con la firma de consultoría PricewaterhouseCoopers (PwC) estas unidades, con las cuales ya se experimenta en dos ciudades de estados Unidos, traerían beneficios como una reducción de 90 por ciento en accidentes viales y un menor consumo de combustible durante las horas de mayor tránsito. Entre otros.

Sólo en Estados Unidos, los driverless cars minimizarían el numero de percances viales de 10.8 millones que se registran anualmente a 1.1 millones.

Debido a los sistemas de frenado de las unidades autónomas y otras herramientas inteligentes de conducción como velocidad constante y respeto a señalamientos, la firma estima que el combustible “perdido” en embotellamientos bajaría de 7.1 mil millones de litros de gasolina al año, a sólo 190 millones al año.

“El sector automotriz ha mantenido un modelo relativamente estático desde su creación. Con los vehículos autónomos cerca de nosotros, la industria tendría que estarse preparando para una transición – y como consecuencia ante una posible caída- de un modelo radicalmente diferente de transporte”, asegura el documento.

Además, PricewaterhouseCoopers destaca que a escala global los consumidores gastan 400 mil millones de dólares en la compra de automóviles y autopartes, situación que se modificaría ante la inminente reducción de este mercado con la llegada de los vehículos autónomos, que son más eficientes y seguros.

“Mientras los fabricantes pueden ver un impulso inicial en las ventas con estos nuevo modelos autónomos, se anticipa una contracción del mercado en un totalmente nuevo entorno de eficiencia relacionado directamente a la baja en la siniestralidad y daños por accidentes”, adelantó PricewaterhouseCoopers.