10 tips de conducción zen (o cómo sobrevivir al tránsito sin volverte loc@)

Uno de los entornos más estresantes y/o deprimentes para algunos es el pesado tránsito en las calles; y aunque uno salga de casa rebosante de energía, buenos propósitos, decretos positivos y muchas ganas de conquistar el mundo, a veces ese taxista, camión de transporte público o un peatón impertinente pueden sacar a más de alguno de sus casillas.

Para que no pierdas las buenas intenciones y el transporte de un punto a otro no te drene toda la energía, te vamos a dar 10 consejos que si sigues al pie de la letra, moverse en auto no representará más un dolor de cabeza.

1. Medita tan sólo un minuto: En cuanto te levantes, siéntate sobre la orilla de la cama, que la espalda esté recta y las plantas de los pies se apoyen por completo en el piso. Pon un cronómetro con alerta el minuto exacto, cierra los ojos y concéntrate en tu respiración. Todos aquellos pensamientos que lleguen (hoy tengo que pagar la luz, debo mandar el mail del jefe, etc.) deja que pasen pero vuelve a tu respiración. El primer día te será complicado, pero te aseguramos que a la semana lo harás muy fácil y empezarás el día nutriendo a tu mente y cuerpo de calma no de tareas.

2. Mentaliza tu camino: Nada como planear mentalmente cada mañana la ruta que vas a tomar, pero hazlo desde una perspectiva de mero trámite. Nadie se puede escapar de estar en las calles, por lo tanto intenta establecer ese camino mental pero entendiendo que es parte de tus obligaciones diarias; estar en el auto comprende un momento en tu agenda del día, tanto como la hora de la comida, el baño o las juntas de trabajo.

3. Utiliza la tecnología: Algunos GPS como los de la marca Garmin o Mio tienen memoria de zonas de tráfico pesado de acuerdo al día y hora, por lo que pueden sugerirte rutas alternas para evitar los nudos más graves. No son infalibles pero ayudan bastante. Además tiene la oportunidad de conocer nuevos caminos. Usa también las aplicaciones como Waze que se construye de información entre todos los que conducimos y la activamos.

4. Acepta el espacio/tiempo: El estrés se genera por ansiedad, porque te sientes ansioso de llegar, es decir, porque no quieres estar en el momento en el que te encuentras adentro del auto. Tu mente está kilómetros adelante en lugar de aceptarlo. En el momento que aceptes el presente y veas tu entorno en lugar de apartarte del mismo, calmarás la ansiedad y el estrés.

5. Recuerda que el tráfico somos todos: Evita los enfrentamientos o pelear por el último centímetro de calle. Todo lo contario, cede el paso, respeta a los demás. Lo único que pasará es que estarás tres metros detrás pero sin el coraje alojado en tus tripas. Analízalo, no pasará absolutamente nada si estás un auto adelante o detrás, son segundos de diferencia en tu hora de llegada.

6. Reconoce a los nocivos: Para esto no se necesita más que verlos actuar: son los que pelean, tocan el claxon, gritan. Son personas con un nivel de civilidad perdido pues están dominados por el estrés y ansiedad. Rechazan su condición y, por lo tanto van escupiendo el caos que tienen en sus vidas. Déjalos que pasen, lo único que buscan es alguien con quién sacar su frustración. Mejor deja pasar a uno de estos y evita que se genere un tránsito mayor.

7. No acumules el camino: Uno de los errores más comunes y que generan más estrés y ansiedad al volante es recordar todo el camino que has recorrido: aquél impertinente que no te dejó pasar, la señora copetuda que aventó la camioneta, en fin. Si no los sueltas la carga se hará más y más pesada y, por lo tanto, llegarás con dolor de cabeza a tu casa u oficina.

8. Date unos segundos: Antes de llegar al punto de reventar, pon en práctica el ejercicio matutino de respiración. Aprovecha un semáforo, cierra tus ojos y concéntrate en tu respiración. Si te cuesta mucho trabajo quitarte de la mente la enorme cantidad de cosas que estás pensando, trata de sentir, por ejemplo, el dedo gordo del pie derecho o tu oreja izquierda sin verlos y sin tocarlos. Eso te ayudará a desconectarte aunque sea por unos segundos. Inténtalo cuantas veces lo necesites. 

9. Prepara tu entorno: Si vas a pasar un tiempo en el auto prepárate: lleva una bebida que te agrade, música que te relaje e incluso audio libros que te ayuden a estar presente sin pensar en los próximos kilómetros.

10. Recuerda que el cómo percibimos nuestra realidad es un reflejo de nuestro interior: Si ves caos, desorden, peleas en el tráfico, esa percepción tendrás; en cambio si ves las calles como un mero trámite más de obligaciones en tu día, la percepción será muy distinta.

En Autología recomendamos estas acciones en condiciones de tránsito detenido y siempre y cuando no pongas en riesgo tu integridad física o la de los demás conductores. Si vas a ser un conductor zen, sé un conductor responsable.