El auto que parece de ciencia ficción

Hace más de 50 años se hablaba de un futuro con autos que volaban, pero el verdadero mañana se está gestando hoy y viene de la mano de la conducción autómata, que estará en las calles antes de que finalice la década.

Audi es una de las marcas que están trabajando fuerte en el desarrollo de esta tecnología, y para mostrar los alcances de sus avances el pasado domingo llevó a la carrera final de la temporada 2014 del Campeonato Alemán de Autos Turismo (DTM) un RS 7 autónomo que completó una vuelta al trazado de Hockenheim a ritmo de carrera.

“El rendimiento confirma las habilidades de nuestro equipo de desarrollo en lo que respecta a la conducción autónoma”, comentó Ulrich Hackenberg, responsable de Desarrollo Técnico de Audi AG.

“Las derivaciones para la producción en serie, particularmente en términos de precisión y rendimiento, son de un gran valor de cara a nuestros próximos pasos para futuros desarrollos”, agregó.

En este reto el RS7 piloted driving concept, rodó sin ningún pasajero en su interior, y todo el sistema fue controlado por una computadora, que se encarga de mover el volante, la transmisión, frenos y el ritmo del motor, y se guió por el trazado mediante el sistema GPS.

Al final este vehículo cerró el giro al trazado a poco más de 30 segundos del tiempo que realizó el poleman Miguel Molina (1:33.316 minutos) en la calificación del sábado.

El siguiente paso para el RS 7 autónomo será recorrer los 21 kilómetros del Nordschleife, el trazado más largo del Nürburgring, un tobogán de adrenalina de 154 curvas.

Además de Audi, firmas como BMW, Mercedes-Benz, Toyota, Nissan, Volvo y Google, entre otras, trabajan para poder lanzar modelos autónomos tentativamente entre 2018 y 2020.

Justo hace un año tuvimos la oportunidad en California de probar el Nissan LEAF de conducción autónoma en las instalaciones de la antigua base militar de El Toro.

Mediante un software activado de forma remota, este auto podía esquivar obstáculos como vehículos detenidos, estacionarse, frenar en un cruce de calles, girar y encender las luces direccionales por sí solo. Sin embargo, como parte de las medidas de seguridad, este auto siempre tuvo tras el volante a un piloto que podía tomar el control del vehículo si algo fallaba.

Para la implementación de esta tecnología todavía existe un largo camino, no sólo en el desarrollo del vehículo, sino también en la infraestructura vial, sensores en las calles, programas que permitan a los autos interactuar, un mejor mapeo de las carreteras, calles y caminos secundarios, sin olvidar el estado de las calles y las señalizaciones, ya que gran parte de su funcionamiento en el mundo real está basado en señales de GPS y de radares que se convierten en los ojos del coche.

No, por el momento no tendremos autos voladores, pero seguramente en una década nuestros viajes diarios serán más eficientes, tranquilos y seguros, apoyados en la tecnología que hoy se desarrolla.