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Audi R8, una poderosa tentación

El motor v10 con el que audi presentó el R8 Spyder también está disponible en la versión coupé

POR: Los Editores el Lun, 21 de Mayo de 2012, 01:04 pm

Audi R8, una poderosa tentación
Los Editores

Los Editores | Colaborador

Amamos los autos, por eso escribimos sobre ellos @Atraccion360

No hay sentido que no se altere cuando estamos frente a un R8, un imán de miradas y el máximo exponente de Audi, que desde que se presentó al mercado  en 2007  ha revolucionado la industria de los súper deportivos.

 

Tal y como lo ordenó Ulises cuando enfrentó a las sirenas en la Odisea, intentamos ponernos tapones en los oídos, y hasta una venda en los ojos, para no dejarnos seducir con la primera impresión de los encantos de esta belleza. Sin embargo, incluso sordos y ciegos resultamos vulnerables, pues el R8 transmite un ronroneo que te acelera el corazón, aun sino estás dentro del auto.

 

A diferencia del último R8 Coupé que habíamos manejado el que en esta ocasión teníamos en nuestras manos, monta el poderoso motor V10 de 525 caballos de fuerza que, Audi ubicó en la parte trasera del biplaza protegido por una tapa de cristal que le permite lucirse de día y de noche, gracias al sistema de iluminación que la firma alemana ha incluido alrededor de la fascinante planta de poder.

 

Metimos la sangre a la nevera y tratamos de ir desmenuzando una a una las cualidades de este vehículo, para hacer un juicio objetivo acerca del bólido.

 

Definitivamente y aún sin encenderlo, lo primero que llama la atención es su diseño: su línea seductora que sugiere capacidades extraordinarias. Enormes entradas de aire laterales y frontales que enmarcan sus estilizados faros con xenón plus y LED diurnos, así como rines de 19 pulgadas, que montan llantas más anchas atrás que adelante, para mejorar su desempeño, integran un cuadro peculiar y encantador.

 

El detalle del portón trasero es la cereza del pastel, al menos cuando se ve desde afuera.

 

Al abrir la puerta nos encontraremos con dos plazas, lo suficientemente cómodas y espaciosas como para disfrutar del viaje, pero sin espacio para nada más que dos personas.

 

El diseño del habitáculo, además de atractivo, pone todo al alcance del conductor. La sujeción de los asientos siempre cumple con su propósito, incluso en maniobras arriesgadas y a altas velocidades

 

Era hora de ponerlo en marcha. Cerré los ojos y ya con las manos en el volante, a punto de darle marcha a esta obra de arte, a mi mente vino aquel sonido de los túneles de Mónaco donde probé por vez primera este motor. En cuanto giramos el switch la sinfonía regresó a mis oídos.

 

Comenzamos a movernos y aunque el maltratado asfalto de la Ciudad de México quiso cobrarnos la factura, conforme fuimos alcanzando velocidad, ya en la autopista, entendimos que a las velocidades que este auto puede ir es necesario tener toda la información disponible a nuestro alcance, pues a más de 250 kilómetros por hora, las cosas pasan muy rápido. Así que la suspensión tiene la dureza y rigidez necesarias para mover al auto de forma segura y deportiva.

 

Si bien empezamos atacando las curvas con cierta prudencia, conforme más buscábamos el límite más nos dábamos cuenta de que la tracción integral y la larga lista de asistencias electrónicas nos ayudaban muchísimo. Incluso quienes no tengan capacidades extraordinarias de conducción se sentirán cómodos a bordo de este auto, pues es su tecnología la que lleva la mayor parte de la responsabilidad a la hora de comenzar a acelerar: pilotos express.

 

Con el tramo frente a nosotros completamente libre, pisamos fuerte el acelerador, el sonido de los seis cambios de la caja R tronic de 6 velocidades, con paletas al volante, nos puso la piel de gallina y de inmediato nos dimos cuenta que la carretera le quedó chica. Sería necesaria una autopista alemana o algo similar para darle el ancho a esta leyenda germana, que encuentra en su bajo centro de gravedad y en su equilibrio de pesos algunas de sus mayores virtudes.

 

Que los japoneses me perdonen, pero todavía no entiendo cómo es que Tony Stark decidió dejar su R8 por el híbrido con el que aparece en la película de Avengers.

 

Al R8 no le hace falta nada y con el equipamiento que ahora integra, que ya incluye un sistema de navegación con las cartografías actualizadas de nuestro país, es fácil saber hasta donde es posible llegar, a bordo de un bólido que no conoce límites.

 

Definitivamente el empuje de sus 390 libras pie, explican el porqué la marca te promete llevarte en menos de cuatro segundos de cero a cien kilómetros por hora, pues a cada 3.9 kilogramos le corresponde un caballo de fuerza, suficiente para escapar del canto de las sirenas y volar con los pies sobre la tierra.

 

(Con información de Cristian Moreno)

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista, mas no la ideología de atraccion360.com

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