Sin pudor, Audi destapa el A3

Presumido, hermoso, seductor, así es el miembro que recientemente se ha integrado a la familia A3; un Cabriolet que a cielo abierto le grita al universo que lo vea, orgulloso de sus encantos.

Nuestro viaje a bordo de este vehículo nos llevó a experimentar toda clase de estados de ánimo; desde una profunda paz, cuando viajamos como pasajeros y disfrutábamos del sol que nos acariciaba, hasta una tremenda euforia, cuando pudimos pisar a fondo el acelerador.

Las emociones a bordo son cortesía de un motor 1.8 litros turbocargado, que empuja de forma contundente cuando así se le pide. Sin embargo, la experiencia va mucho más alla de las emociones que genera la conducción deportiva.

Montado sobre la plataforma MQB del grupo Volkswagen, el lado más racional de este Audi apuesta por una combinación entre agilidad y eficiencia. A pesar de ser más generoso en dimensiones que la anterior generación, el pequeño convertible de la casa de los cuatro aros no aumentó drásticamente su peso, incluso considerando que ofrece espacios más generosos en la cajuela y segunda fila de asientos.

Cabe destacar que el peso incluso hubiera podido ser menor, de no ser por los refuerzos que la marca puso para mejorar la rigidez estructural del auto, pues a falta de techo y postes B y C, este convertible recibió un tratamiento especial para que la torsión no afectara su desempeño.

Persiguiendo un sueño

Con un S3 como líder la caravana, el macho alfa de la manada era seguido por un grupo de convertibles, algunos más valientes que otros que intentaban seguirle el paso. La carretera que nos llevó a Puerto Escondido, por momentos en construcción, por momentos llena de baches, mientras atravesábamos pequeños poblados, nos ofrecía de todo.

Incluso la brisa del mar, que enmarcaba sinuosas carreteras que planteaban rebases de fantasía. Entre topes y más de una repentina desviación los 280 caballos de fuerza del motor 2.0 litros del S3 que iba delante de nosotros en ocasiones nos hicieron sentir impotentes. De tal forma que, con cien caballos menos, de pronto apurábamos el ritmo de nuestro motor, aunque en más de una ocasión poco pudimos hacer cuando arrancábamos de cero, luego de un tope o semáforo.

El hermoso sonido de ese motor (2.0 litros de 280 caballos de fuerza) nos hipnotizaba y motivaba a seguirle el paso.

Gracias al equipamiento S Line, de nuestro cabrio, modificamos la puesta a punto y recurrimos al modo Dynamic. Según la marca, debíamos poder ir de 0 a 100 kilómetros por hora en 7.8 segundos. Sin embargo, a nosotros el tiempo que pasaba en cada arrancón, en el que veíamos cómo el líder se nos escapaba, se nos hacía tan largo como la eternidad.

En el caso del S3 sedán, los 4.8 segundos en los que ese bólido alcanzaba la misma velocidad lo hacían lucir imponente. Afortunadamente, llegó el momento de las curvas. Ahí podíamos recuperar algo de la distancia perdida y tanto como podíamos capitalizábamos esa oportunidad.

El aplomo con el que ese auto nos permitía entrar a las curvas nos hacía sentir seguros. En más de una ocasión cazamos al cazador, aprovechando el torque que nos ofrecían las 184 libras pie de nuestro motor.

Obviamente, en esos momentos nuestros consumos se dispararon por las nubes, pues desde las 1,250 revoluciones por minutos el auto comenzaba a entregarnos empuje suficiente para acercarnos al S3; que con el empuje de 280 libras pie de torque, a veces nos dejaba soñar con alcanzarlo.

Si bien nuestra tracción era frontal y la de él quattro, el equilibrio de pesos y las asistencias electrónicas de nuestro auto nos ayudaron a salir bien librados de todas las maniobras. Al hotel llegamos ilesos y completos.

Tanto el S3 como el A3 Cabriolet exprimen las capacidades de sus respectivos motores con una transmisión S Tronic de siete velocidades, la cual en más de una ocasión nos mostró su lado más deportivo, llevando la aguja del tacómetro tan alto como le era posible, para no perder la inercia de la aceleración.

En sus mejores momentos, los 1,430 kilogramos de nuestro auto se sentían muy ligeros, en parte gracias a eficiente gestión del motor al nivel del mar que, por momentos, olvidábamos que era turbocargado, pues el retardo que suelen sufrir estas máquinas se volvía imperceptible.

Si bien nuestra experiencia se salió por completo de cualquier referente de uso normal, los consumos de combustible no se dispararon como hubiéramos pensado, y es que la marca alemana promete hasta 18.2 kilómetros por litro en condiciones ideales, que con sistemas como el Start&Stop y con una conducción menos agitada, realmente es posible alcanzar.

Con el techo abajo y disfrutando de la música y el sol, descubrimos las bondades de un habitáculo digno de presumirse, el cual cuenta con un increíble sistema de audio Bang&Olufsen y detalles que le levanta el ego hasta a los propietarios más humildes.

Sin un rival aparente, este Audi está prácticamente sólo en el segmento y aunque nos gustaría que fuera más accesible para llevarte uno a casa hay que desembolsar, cuando menos, 541 mil pesos, para poder ver la estrellas cuando el sol se pone.

AUDI A3 CABRIOLET A DETALLE

Motor: L4 1.8 litros turbo

Potencia hrp/rpm: 180/5,100 a 6,200

Torque LB-pie/rpm: 184/1,250 a 5,000

0-100 km/h: 7.8 seg.

Frenos: De disco con ABS.

Transmisión: Automática S tronic de siete velocidades.

Bolsas de aire: Frontales y de rodilla para conductor y pasajero y laterales.

Otros Sistemas: Control de crucero adaptativo, asistente de estacionamiento, calefacción en los asientos delanteros, cámara de reversa, control de presión de los neumáticos, control de estabilidad y de tracción, navegador.

Precio: 541,100 a 599,600 pesos